NOTA A MIS LECTORES

                                                           NOTA A MIS LECTORES

Esta semana no podré tener para ustedes el Diario de Viernes. El miércoles pasado inicié un viaje de una semana que incluiría tres dias en un monasterio benedictino, a fin de convivir con los monjes por esos días para compartir su vida espiritual. No soy religioso pero si interesado en los asuntos del espíritu. Durante el viaje en tren de unas seis horas incubé el virus del COVID, el cual se desarrolló una vez llegado al monasterio. Al cabo de un dia y medio debí ser llevado a casa de mi hija en Rhode Island, donde estoy, entre avances y retrocesos, en una lenta convalecencia. 

Sin embargo, encontré algo de lo que fui a buscar en medio de la vida sencilla y humilde de los monjes y tuve importantes hallazgos interiores que compartiré con ustedes tan pronto regrese a ser yo. El compañero de viaje inesperado me ha dejado muy maltrecho y no podría escribir con justicia mis experiencias.

 Todas mis vacunas, le dije al médico, me fallaron. El se sonrió y me dijo: "Al contrario. De no haberlas tenido no estaríamos hablando. Usted tiene 91 años. En la primera etapa antes de la vacuna hubiera fallecido en las primeras horas". 

Durante estas horas soy  testigo silencioso de un espectáculo extraordinario en los Estados Unidos, donde el sistema de checks and balances está bajo asedio, con repercusiones políticas, económicas, sociales y éticas en todo el globo. Una mitad del pais eufórica, otra mitad consternada, 

ya veremos como se desenvuelve esta inmensa tragicomedia. 

Espero estar de nuevo con ustedes la semana próxima,

Con mis mejores saludos,

Gustavo