DIARIO DE VIERNES
MI POSICION
SOBRE LA CRISIS VENEZOLANA
Durante el siglo
XXI Venezuela se ha visto envuelta en una crisis social de gran magnitud
generada fundamentalmente por la presencia en el poder de una pandilla de
ignorantes y criminales liderada, primero, por un acomplejado paracaidista
llamado Hugo Chávez y luego, por un chofer de autobús reposero entrenado en
Cuba llamado Nicolas Maduro. Del liderazgo de estos dos personajes no podía
esperarse otra cosa que lo que ha sucedido. En complicidad con una fuerza
armada traidora y corrupta la pandilla ha saqueado al país, dejándolo en
condiciones de ruina material y espiritual que requerirán una labor de reconstrucción
de años y la cual tendrá que comenzar por lograr un cambio actitudinal
importante en una sociedad aletargada por el sufrimiento.
Frente a esta
tragedia los venezolanos se han dividido en tres grupos.
El primero en
importancia es el de los venezolanos dignos, decentes, que aman la libertad y
la democracia y han batallado, hasta hoy inútilmente, para desalojar a la pandilla
del poder ilegitimo que han mantenido con la ayuda de la gente armada. Han
dialogado, han votado en elecciones generalmente fraudulentas, han razonado, pedido,
suplicado, exigido. Las llamadas que estos venezolanos de bien han hecho a la
pandilla miserable para que atiendan a la voluntad de los venezolanos de vivir
en democracia han caído siempre en oídos sordos.
El segundo grupo
es el de aquellos venezolanos quienes se han acostumbrado paulatinamente a vivir
del estado benefactor, bajo el yugo dictatorial, a cambio de dádivas que le
permiten subsistir. Estos venezolanos son víctimas aletargadas de la pandilla.
El tercer grupo
es el de quienes, por razones ideológicas o de simple deformación moral, han visto la pandilla de Chávez y de Maduro
como su equipo favorito. Este grupo ha colaborado activamente con el saqueo hecho
a Venezuela. Muchos de ellos han sido funcionarios al servicio de la pandilla.
Escriben en la prensa en defensa de la pandilla. En el plano internacional se
alinean con los tiranos de Rusia, de China, de Corea del Norte, Cuba y
Nicaragua. Estos venezolanos no son víctimas de la pandilla sino sus cómplices.
Han sido factor importante para que la pandilla se mantenga en el poder y comparten
la responsabilidad por el desastre venezolano.
En estos
momentos Venezuela, un país que ama la democracia y la libertad y que ha
sufrido toda clase de humillaciones y abusos a manos de la pandilla chavista
madurista, ve la posibilidad de que una fuerza militar estadounidense, colocada
frente a nuestras costas, actúe para desalojar a la pandilla chavista madurista
del poder y permita el regreso a nuestro país de la democracia y la libertad,
una Venezuela donde la gente pueda vivir de nuevo en paz y en tranquilidad.
La presencia de
esta fuerza y la inminente posibilidad de su acción ha provocado diferentes
reacciones entre los venezolanos, dependiendo del grupo al cual pertenecen.
Entre los
venezolanos de naturaleza democrática y de responsabilidad ciudadana, la
posibilidad de ver a Venezuela libre de las alimañas chavistas maduristas que
han saqueado al país despierta una gran esperanza y recibe mayoritario apoyo. Pensamos
que el objetivo de cambiar al régimen de Maduro es de primera importancia para
Venezuela y para su futuro, si nuestro país quiere sobrevivir como país democrático
y libre. Muchos de estos venezolanos estamos en desacuerdo con algunas de las
maneras como actúa esta fuerza extranjera, al considerar que lo hacen en violación
de las leyes internas de su país y de leyes internacionales que regulan el uso
de la fuerza. Esta disonancia moral entre los objetivos meritorios que persigue
el uso de la fuerza y la manera arbitraria como está utilizándose producen un
real conflicto interno en quienes amamos la democracia, tanto en su forma como
en su fondo. Aprobamos el objetivo, pero objetamos las maneras. Ello crea en
nosotros un dilema que no es posible negar
Entre los
venezolanos ideológicamente comprometidos con la pandilla este dilema que
mencionamos arriba es explotado intensamente para negar la validez de la acción
militar extranjera. Este grupo que ha aceptado por 25 años sin chistar la
fuerza destructiva del chavismo madurismo en el poder, que ha colaborado en la destrucción
del país al participar activa o pasivamente en la acción destructora, eleva
ahora argumentos de tipo moral para descalificar la posible acción externa de
fuerza. Al hacerlo, da su apoyo – como siempre lo ha hecho – a la permanencia
de la pandilla ilegitima en el poder.
Los venezolanos
de uno u otro grupo estamos inmersos en un conflicto de naturaleza moral que resulta
imposible ignorar. Es necesario aceptar
que frente a la situación existente resulta imposible para los venezolanos
permanecer neutrales. No podemos sentarnos en los tendidos a ver la corrida de
toros. Lo que sucede y sucederá en Venezuela es un asunto existencial que nos
afecta a todos. Tenemos que decidir en nuestra mente y en nuestro corazón de qué
lado estamos.
Mi posición es
la siguiente:
1. Apoyo
una posible intervención de la fuerza militar de los Estados Unidos en
Venezuela para ayudar al país digno y democrático a desalojar del poder al
régimen ilegitimo de la pandilla chavista madurista. No veo esta posible acción militar como una agresión
a Venezuela, sino, todo lo contrario, como un acto de liberación de Venezuela.
No veo esta acción como una invasión de los Estados Unidos a Venezuela sino
como una acción destinada a cambiar el régimen ilegitimo que está en el poder
upermitir el retorno de la democracia y de la libertad a Venezuela.
2. Rechazo
las maneras como algunas de las actividades de la fuerza militar estadounidense
se están efectuando, por considerarlas violatorias de los derechos humanos y de
las leyes del propio país. Pero creo, al mismo tiempo, que el objetivo de la acción, restituir la
democracia y la libertad en Venezuela, es del mayor rango moral.
3. Reconozco
que el dilema moral existe para cada uno de nosotros y es inescapable. Tenemos
que vivir con él y asumir nuestras responsabilidades.
4. Creemos
que la acción liberadora estadounidense no debe demorarse más. Cada día que pasa la demora fortalece el
régimen ilegitimo enquistado en Venezuela.
LA ACCION DE GRACIAS
Esta semana se celebra en Estados Unidos el día de acción de gracias. Aun quienes no compartimos la razón histórica que le da origen a la fiesta aprovechamos la ocasión para reflexionar sobre el motivo de fondo, dar gracias por tantas maravillas que acompañan nuestras vidas. En mi caso, doy gracias por ver salir el sol cada mañana, por tener el sustento diario, por tener una familia afectuosa, de buenos ciudadanos, por las dulces memorias del pasado, la perenne canción en mi oído que alegra mi presente y los pequeños sueños del futuro. Doy gracias por tener tantos y tan buenos amigos, quienes integran una verdadera Asociación de Ángeles de la Guarda que me protege cada día de mi vida.
Somos
apenas un punto en una inmensa curva de seres humanos. Cada uno de nosotros
tiene razones para sentirse agradecido, no solo quienes tienen mucho sino
quienes tienen menos, siempre y cuando poseamos al mismo tiempo una manera de
vivir que nos haga feliz con lo que tenemos.
Pienso
en lo que decía Ortega y Gasset: Yo soy yo y mi circunstancia y agrego yo, 70%,
circunstancias 30%, porque estoy convencido de que las circunstancias, aun las
aparentemente desfavorables, pueden ser manejadas a nuestro favor, siempre y
cuando tengamos la actitud adecuada. En mi reciente librito “Mis Viajes por
Serendip’, hablo de como la actitud ante circunstancias que lucían
desfavorables hicieron posible convertir en victorias personales algunas
aparentes derrotas.
Cada
uno de nosotros puede dar algo, material o espiritual, dar es un acto que
genera el más intenso placer. Dar es una acción que nos coloca en lugar de
honor entre la gran familia humana.
Casi
al mismo nivel de dar está el recibir, puesto que nos da la oportunidad de
ejercer una de las cualidades más intensamente humanas que es la gratitud. No
perdamos ocasión de mostrar nuestra gratitud, sentimiento que tiene la virtud
de generar bienestar en quien la ejerce y en quien la recibe.
Jacques
Maritain llamaba la gratitud la forma más exquisita de la cortesía (creo que la
puntualidad no anda lejos). Siempre he sentido que la razón de mi felicidad con
Marianela fue que logramos hacer de nuestro matrimonio un frecuente torneo de
pequeñas y grandes cortesías.
¡Gracias!
https://www.youtube.com/watch?v=q_F96qv4zvg&list=RDq_F96qv4zvg&start_radio=1
El paso de los
años y las pérdidas que vamos experimentando por esa razón nos van llevando a
vivir en un mundo donde el pasado adquiere hasta más fuerza que el futuro. En
ese mundo, donde lo real cotidiano y lo irreal de los recuerdos se van
mezclando en el día a día, los objetos que nos rodean en el apartamento van
adquiriendo en nuestra mente la condición de compañeros, un nivel sentimental
que los eleva un tanto por encima de su naturaleza inanimada. Esto es
especialmente cierto de objetos que compartieron por años mi vida feliz con
Marianela: cuadros, libros, las sillas, mesas, la cafetera que seguimos
utilizando todos los días, copiando fielmente el ritual que llevábamos a cabo
cada mañana.
Muchos de estos
utensilios y objetos, gracias a la manera impecable con la cual fueron
mantenidos por Marianela, aún siguen útiles, operativos. La calefacción
calienta, la cafetera hace café, la lavadora lava. El óleo pintado por Henri
Gervex, un pintor de segunda línea de finales del impresionismo, que guinda en
la salita (el cuadro, no el pintor) cada día se parece más a un Renoir, ilusión
que promuevo entre los visitantes al apartamento.
Mi " Renoir"
El cuidado de
todas estas cosas ahora depende solamente de mí.
Por ejemplo, mis
medias. Actualmente hay jubilo en la gaveta que las guarda. Ello se debe a que
por largos días había permanecido sin pareja una media marrón, lo cual había
inundado la gaveta de un aire de tristeza. Las demás medias, a pesar de estar
junto a su pareja, compartían por solidaridad la sensación de soledad que
experimentaba esa media marrón.
Hace dos días,
al lavar de nuevo, encontré en el fondo de la cesta, oculta entre un pantalón
destinado a la tintorería, la compañera de la media marrón que permanecía
desolada en la gaveta.
El reencuentro
ha sido jubiloso y de nuevo impera la alegría en la gaveta de mis medias.
DICIEMBRE 1957, EN MARACAIBO, UN GRUPO DE GEOLOGOS DE SHELL
Esta es una foto de diciembre 1957, hace 68 anos. Se trata de parte del departamento de exploración de la compañía Shell de Venezuela, radicado en Maracaibo.
De izquierda a derecha, atrás:
William (Bill) Milroy; Hans P. Schaub; Jacob Schweighauser;
Konrad Habicht; geofísico cuyo nombre no recuerdo; Rudolph Blaser.
Arrodillados, al frente:
Gustavo Coronel; Louis Kieboom
Faltan algunos, también inolvidables para mi quienes ya estaban en Maracaibo o llegarían
poco tiempo después: Otto Renz; Engberg Kiewiet de Jonge; Jacques Follot;
Harold Reading; Eddiy Frankl, T. J. Van Andel; Hans Bolli, José Méndez Zapata;
Myles Bowen.
En retrospectiva, este equipo luce, exceptuándome, como un Todos Estrellas,
muchos de ellos de fama universal en nuestra profesión.
William (Bill) Milroy. Milroy fue
uno de mis favoritos. Con su esposa nos adoptó a Marianela y a mí, fue mi jefe a
cargo del departamento de exploración en 1956. Los visitaríamos en su casa en Escocia,
en una aldea llamada Bankfoot, cerca de Dunkeld, donde nos alojaron en un hotel
que había sido el castillo del duque de Atholl, donde aparecía todas las noches su fantasma
(sin costo adicional). Milroy fue un mentor inolvidable y un admirable amigo.
Hans P. Schaub, remplazó a Milroy como jefe del departamento de exploración.
Tomo especial interés por el desarrollo de mi carrera y decidió mantenerme en
el campo, aprendiendo en el terreno, antes de enviarme a obtener un post grado
que me equiparara académicamente con los geólogos suizos, holandeses e
ingleses, todos quienes tenían doctorado. Era muy cordial, aunque un tanto
lejano.
Jacob Schweighauser, paleontólogo. Casado con Jane, estadounidense. Después de estar juntos en Maracaibo nos encontramos mucho tiempo después en Washington, él en el Banco Mundial y yo en el BID. Tuvimos una buena amistad.
Konrad Habicht. Este geólogo
suizo fue uno de mis grandes mentores y uno de los geólogos más extraordinarios que he
conocido. Además, él y su esposa inglesa Teresa y luego sus hijos fueron entrañables amigos nuestros. Todavía me comunico con los hijos
quienes viven en Europa. Podría escribir un libro sobre mis experiencias con Konrad en el campo y
como su asistente en la preparación del trabajo sobre la Cuenca
de Maracaibo para el Habitat
of Oil, en el boletín de la Asociación de Geólogos Petroleros Estado Unidenses (AAPG).
Solo dos anécdotas: una, en mi cumpleaños, estaba yo en las montañas al sur de Bariro entre
Lara y Falcon y Konrad y Teresa me fueron a llevar una torta
de cumpleaños, primero unas cinco horas en
jeep y luego caminando unos tres kilómetros hasta mi campamento. Dos, cuando se casaron,
Konrad se encontraba trabajando en sus secciones geológicas y tuvimos que llevarlo prácticamente a la fuerza a la Iglesia en
Maracaibo. Ver más sobre Habicht en: https://gustavocoronel.net/wp-content/uploads/2023/06/El-petroleo-viene-de-la-Luna-GC_2010.pdf
Geofísico
de quien no recuerdo mucho. Tuvo poco tiepo con el grupo.
Rudolph
Blaser. Este geólogo suizo era uno de los más jóvenes del grupo, absolutamente
brillante. Además, era un incansable bailarín. En nuestras fiestas llegaba con
un maletín donde guardaba unas tres camisas de repuesto. Bailaba sin cesar y se
iba cambiando de camisas a medida que transcurría la noche, en aquellos calores
de Maracaibo.
Al frente,
Louis Kieboom el administrador del grupo, encargado de tener todo lo que necesitábamos
para los grupos geológicos de campo, desde tiendas de campaña y ollas hasta mulas
o Power Wagons.
Y yo.
De aquel
grupo en el cual se desarrolló inicialmente mi carrera solo quedan mis recuerdos.
Los geólogos son hoy geología, pero no se han ido de mi mente y de mi corazón.
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