Apreciado
amigo:
Deseo
felicitarlo por su importante victoria deportiva. Como toda victoria humana
ella tiene dos componentes: el propio y el externo. En su caso el componente propio
ha sido decisivo. Usted fué el esgrimista, se preparó física y mentalmente por
un largo tiempo, sin duda hizo sacrificios grandes y pequeños de todo tipo,
sufrió la tension de la competencia, no una sino varias veces. Ganar una
medalla olímpica requiere extraordinario esfuerzo, a menos que uno sea un “extra-terrestre”
como el velocista jamaiquino Usain Bolt.
El
componente externo está formado por el apoyo moral y material que le han dado
sus familiares, su novia o esposa, sus entrenadores, sus amigos y colaboradores
de todo tipo que lo rodean, la gente que financió su preparación, en fin, un
grupo importante de personas, esencialmente en Polonia, país donde usted ha
vivido durante los años de su preparación.
Lo
que deseo decir con esto es que usted tiene mucha gente a quien agradecer. Le
recomiendo que no deje de hacerlo cada vez que pueda, porque es noble el
reconocer la ayuda que hemos recibido.
La
razón principal de esta carta es, sin embargo, comentarle algo que usted dice
hoy Viernes por la prensa y hacerle unas breves reflexiones. DIjo usted:
“Alguien me escribió
por Twitter que recibir la réplica de la espada de Bolívar, que me entregó el
Presidente, me va a empavar mi carrera, y eso no es así. Más bien, debo
sentirme orgulloso de recibir el máximo honor en mi país. Todavía no entiendo
por qué escriben esas cosas”.
Quisiera
tratar de explicarle porque los venezolanos “escriben esas cosas”. No conozco a
quien le envió ese mensaje en twitter pero creo adivinar lo que quiso decirle.
Se trata de lo siguiente: La Orden del Libertador, debe
usted saberlo, ha sido prostituída por el sátrapa y ha sido dada a Raúl Castro,
a Gadaffi (+), a Robert Mugabe, a Fidel Castro y a cuanto déspota lo visita. Lo
mismo sucede con la réplica de la espada de Bolívar, dada como la Orden
mencionada a todo visitante que venga a llevarse nuestro dinero, desde Kirchner
(+) hasta Lukashenko. Ni esa orden ni esa espada son ya los máximos honores que
puede otorgar el país. Los máximos honores que puede otorgar nuestro país en
este momento son éticos y tienen más que
ver con el rechazo de estos trofeos prostituídos que con su aceptación.
Creo
que usted ha desperdiciado una oportunidad dorada (literalmente) de ayudar al
deporte venezolano. Usted debe saber como están las cosas dentro del sector. Debe
saber si hay un sistema eficiente de formación atlética, si hay apoyo
planificado, si hay equipamiento de buena calidad, si existen sitios adecuados
para practicar el deporte, si hay una política seria y transparente de ayuda
para los atletas. Estando dentro del sector usted debe saber esto. Para que un
programa sectorial tenga éxito debe existir un sistema. José Antonio Abreu lo implantó hace
casi 40 años para la musica clásica y los jóvenes venezolanos y por ello ha
tenido un gran éxito.
Cuando
usted apoya a Chávez y dice “que está matando la liga” está validando la
política deportiva de este régimen. Es que está todo bien? Si es así, por qué
se fue usted a Polonia? Por qué tuvo que
intervenir Maldonado ante su amigo Chávez para que usted recibiera el dinero
para sus entrenamientos? Cree usted que Chávez ha invertido, como dice, 20
veces más en deporte que sus predecesores? Y, si así fuera, por qué Jamaica
tiene en dos años el doble de medallas de oro que las obtenidas por Venezuela
en toda su historia olímpica?
Con
su apoyo politico a Hugo Chávez está usted validando una política deportiva
corrupta e ineficiente. Por eso digo que está desperdiciando una oportunidad de
oro para ayudar verdaderamente nuestro
deporte. Y a cambio de qué?
Sinceramente,
Gustavo
Coronel
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