Es necesario insurgir contra la podredumbre chavista

Señores de la MUD
Estudiantes
Partidos políticos democráticos
Organizaciones de la Sociedad Civil

Sector no contaminado de la Fuerza Armada de Venezuela

Ciudadanos honestos de nuestro país:

La evidencia sobre la existencia en Venezuela de un régimen podrido hasta el tuétano es ya incontrovertible. Lo que está sucediendo en PDVSA con el Fondo de Pensiones, con las gabarras de perforación costa afuera y los fraudes sobre reservas, producción y exportación petrolera. Las revelaciones del narcotraficante Makled desde su celda, las cuales involucran a altísimos miembros del estamento militar chavista. La galopante corrupción de miembros del gabinete chavista, como lo denuncia Teodoro Petkoff hoy en un editorial de su diario, al hablar de los guisos de Farruco Sesto, ilustran la monumental degradación del régimen chavista y el inmenso daño que le está causando a la nación venezolana.

Hasta cuando vamos a aguantar a esta pandilla de malandros sin exigir una fumigación a fondo de esta podredumbre?

                                                      
Insurgir contra este desastroso crimen, el cual se comete ante nuestros ojos con entera impunidad, no puede ser anti-constitucional, no puede ser golpismo. Golpismo sería no hacerlo, ya que la pasividad ciudadana es ya complicidad, representa un acto de agresión contra la nación venezolana.

Las condiciones éticas más elementales estan dadas en Venezuela para ir a una insurgencia ciudadana general, utilizando las herramientas que podamos tener. No es posible esperar justicia del malandraje que se ha apoderado de nuestras instituciones. Como confiar en el llamado poder moral o en un tribunal supremo manejados por asalariados del régimen o en una asamblea nacional abusiva y presidida por un traidor a la patria? Es necesario ir sin más demora a formular acusaciones firmadas por nuestras organizaciones cívicas, a la protesta, a huelgas, a una huelga general indefinida, hacer llamados abiertos a los sectores de la fuerza armada que puedan permanecer incontaminados para que se pronuncien en contra del malandraje. Todo esto es más que lícito en la podrida Venezuela de hoy.

Lo lógico sería que el liderazgo para catalizar esta insurgencia venga de la Mesa de la Unidad Democrática, la MUD. Si por alguna razón ello no fuera posible, la nación debe ir a constituir un Congreso Ciudadano para que de allí emerja el liderazgo para la insurgencia, una especie de junta patriótica como la que coordinó la insurgencia contra Pérez Jiménez. Ese congreso puede ser promovido y convocado en cualquier momento por las organizaciones de la sociedad civil.

Por mucho tiempo ya hemos deshojado una margarita basada en la falsa premisa de que la protesta ciudadana abierta es golpista y que hay que jugar con unas reglas del juego que sencillamente no aplican en la Venezuela controlada por el chavismo. Estamos balcanizados, empeñados en rencillas absurdas entre nosotros mismos, mientras la nación se pudre ante nuestros ojos. Hemos pasado a ser cómplices de esa pudrición.

Ya no es posible ni decente esperar más.