jueves, 10 de septiembre de 2015

Esperamos con Leopoldo


Hoy el mundo civilizado espera la sentencia de Leopoldo López. Esta sentencia deberá ser absolutoria. Leopoldo López no ha hecho otra cosa que cumplir con su deber y ejercer sus derechos ciudadanos. Fue a la protesta con miles de otros venezolanos, en acciones de calle que recibieron la violencia represiva del régimen. Ni en 2002 ni en 2014 Leopoldo López acudió a la violencia o al vandalismo, tal como lo han tratado infructuosamente de hacer ver sus acusadores.
El ex-presidente de Bolivia Jorge Quiroga, en reciente artículo, ha dicho una frase que resume la situación de Leopoldo López frente al régimen. Quiroga ha dicho que Nicolás Maduro es un preso de Leopoldo López. Y esto es así por cuanto la autoridad moral de López, ejercida desde su prisión, ha terminado de desacreditar el régimen de Nicolás Maduro ante el mundo civilizado. El vigor espiritual con el cual Leopoldo López ha enfrentado su injusta y abusiva prisión lo ha convertido en un símbolo de la resistencia del hombre libre frente al atropello totalitario. No es el primero ni será el último símbolo de la dignidad frente al abuso. Su entereza es un ejemplo para millones de venezolanos quienes ven cerca la hora de su liberación y de la desaparición del régimen de horror.  
Estoy con él, esperando. La sentencia de Leopoldo López, en todo sentido, será también la sentencia del régimen que lo ha llevado a prisión, la prueba del ácido para mostrar hasta qué punto un juez puede ser independiente en la Venezuela de hoy.
 Los venezolanos que aman la democracia queremos ver a Leopoldo López libre, reunido con su familia, ejerciendo plenamente sus derechos y deberes ciudadanos.

Así debe ser y será. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Algun dia se sabra por qué Ochoa Antich traicionó su juramento en febrero de 1992.