lunes, 17 de mayo de 2010

Lúcidas declaraciones de Moisés Naím en El Nacional.



Moises Naím: "Chávez sufre de necrofilia ideológica. Está enamorado de ideas muertas"



Dice el forista Chapulín Colorado: "En entrevista publicada hoy domingo en el diario El Nacional, Moises Naim, venezolano y editor jefe de la revista Foreign Policy, especializada en política y economía, analiza el desolador panorama económico y político de Venezuela. Naim encuentra una explicación lapidaria a la insensatez: "Chávez sufre de necrofilia ideológica. Está enamorado de ideas muertas". Critica las políticas impuestas desde el gobierno, a las que califica de "devastadoras", y que "expulsan al exterior masivas cantidades de capital y lo mejor del talento humano".

A continuación la entrevista completa publicada hoy en diario El Nacional:



(Omaira Sayago -El Nacional) La situación actual de Venezuela es tan compleja como claro y contundente el verbo de Moisés Naím para analizarla. Su impronta inconfundible ha quedado siempre de manifiesto durante su larga trayectoria en el campo de la economía política internacional. En esta oportunidad, prefiere hablar sobre las consecuencias de las políticas que se aplican en el país, en lugar de recomendaciones para su solución, pues está convencido de que el Presidente seguirá empecinado en profundizar las políticas devastadoras. "Chávez no oirá nada distinto a lo que cree, por más que la realidad le mande fuertes señales de que está errado".

- ¿Cuál es su diagnóstico económico del país?

- El mismo que tienen todos los venezolanos. ¿Qué más hace falta decir de un país que tiene simultáneamente extraordinarios ingresos petroleros y la más alta inflación del mundo? Ni siquiera los países africanos sin gobierno y devastados por la guerra tienen una inflación más alta que la de Venezuela. ¿Qué decir del manejo de un país que cuenta con los mayores recursos energéticos del hemisferio, pero que obliga a sus habitantes a vivir en una constante pesadilla de apagones y racionamiento eléctrico? Un país cuyas políticas tienen el efecto de expulsar al exterior masivas cantidades de capital y lo mejor de su talento humano y cuyo gobierno regala a otros países y sin la autorización de nadie las riquezas de la nación mientras la gran mayoría vive en la miseria? La más cruel ironía de todo esto es que el Presidente que dice entender y sufrir por la situación de los pobres es el que ha impuesto las políticas más devastadoras para esos mismos pobres. No hay misión, subsidio, regalos, becas u otras dádivas o limosnas que pueda darle al pueblo, que sirvan para compensar el impacto que tiene sobre los más pobres la combinación de inflación, desempleo y asesinatos en la que los ha condenado a vivir.

- ¿Capitalismo o socialismo, mercado o Estado?

- Yo creo en un Estado fuerte y que haga bien las cosas que el mercado y el sector privado no sabe hacer o no debe hacer. Policía, justicia, defensa.
El mercado no va a resolver la educación, la salud o la inseguridad de la gente en los barrios. Eso lo tiene que hacer primordialmente el Estado. Pero para ser efectivo, el Estado debe ser selectivo. No lo puede hacer todo. El debate maniqueo entre Estado y mercado, entre capitalismo y socialismo es una pérdida de tiempo y sólo sirve para engañar a los incautos. Es obvio que hacen falta ambos. No se trata de lo uno o lo otro, sino de cómo combinar inteligentemente gobierno y mercado.

- ¿Cuál cree que es el problema más grave en el ámbito económico?

- Son muchos y muy conocidos. Pero quizás uno de los principales errores que ha cometido el presidente Chávez es enamorarse de un modelo económico que depende para su éxito de lo que menos hay en este país: funcionarios públicos eficientes. Cuando el Presidente nacionaliza empresas a diestra y siniestra, se las entrega a funcionarios que no tienen la más remota idea de cómo manejar eficientemente esas actividades. Y lo que hemos visto es que a pesar de los esfuerzos y la buena voluntad ­o a veces simplemente por indolencia o corrupción­ al poco tiempo las empresas nacionalizadas colapsan. Y si los funcionarios son eficientes, ¿por qué distraerlos, obligándolos a producir sardinas o manejar una cementera? Los mejores funcionarios deben estar en las actividades públicas prioritarias para el país que son aquellas en las cuales lo que no hace el Estado no lo hace nadie. Si el Estado no produce sardinas, arroz o cemento, otros lo pueden hacer. Pero si no garantiza que a uno no lo secuestren o maten cuando regresa del trabajo entonces ¿quién lo hará? La protección y seguridad personal es un servicio que los ricos le pueden comprar al sector privado. Pero la abrumadora mayoría de los venezolanos depende del Gobierno para su protección y la de su familia.

A los venezolanos les importa mucho menos quien es el dueño de esta o aquella empresa que el hecho de que les están matando a sus hijos sin que el Presidente parezca muy preocupado.

- ¿Cuál será el resultado de todas estas políticas?

- Cuando se lleve a cabo una contabilización creíble de lo que ha pasado en Venezuela en estos diez años, descubriremos que vivimos uno de los episodios más importantes de la historia económica del mundo en cuanto a destrucción de riqueza, caída de productividad y despilfarro de recursos que el país necesitaba desesperadamente para sacar a la gente de la pobreza. Hay muchas guerras que han producido menos daños materiales que las políticas económicas de estos tiempos. Hoy hay más asesinatos en un fin de semana en Caracas que en Kabul.

- ¿Si tuviera el poder de tomar medidas y decisiones en materia económica, cuáles serían?

- Una de las paradojas de la situación en la que estamos es que ni siquiera vale la pena hablar de lo que se debe hacer en materia económica. De qué sirve hablar de los devastadores efectos que tiene el hecho de que el Gobierno con un pie pisa al máximo el acelerador del consumo, mientras que con el otro pisa a fondo el freno de la oferta.

Mantiene una agresiva política monetaria y de gasto público que estimula el consumo al mismo tiempo que todos los días anuncia alguna decisión que frena el suministro de ese consumo. Vemos constantemente como el Presidente truena contra los especuladores y los corruptos y acto seguido anuncia medidas que todo el mundo sabe que estimularán la especulación y harán aún más amplias y lucrativas las oportunidades para la corrupción. Sufre por los pobres mientras su gobierno es una cada vez más eficiente maquinaria de producción de pobreza.

- ¿Cree que el Gobierno abolirá el sistema capitalista para suplantarlo por el sistema socialista? ¿Cree que podrá lograrlo?

- Yo sólo sé lo que dice el Presidente de la República. Y en eso Chávez es sincero, repetitivo y enfático. ¿Por qué no habríamos de creerle cuando dice que odia al capitalismo y adora el socialismo? Una cosa es que eso no nos guste, pero otra es que nos neguemos a oír lo que promete un líder que hasta ahora ha mantenido todas sus promesas en cuanto a políticas públicas, por más que no le funcionan y lo llevan a incumplir sus promesas sobre resultados.

- ¿Por qué cree que el Presidente está tan comprometido con políticas que no le han dado resultado?

- Porque sufre de necrofilia ideológica. Está enamorado de ideas muertas. Yo no sé cuáles son los motivos psicológicos por los cuales él sigue enamorado de una visión de la que tiene pruebas que no ha funcionado en ningún lado. Y no necesita leer historia.

Le basta ver lo que le sucede a él y al país. Al principio, las promesas socialistas y la retórica del resentimiento, el racismo y la revancha le dieron dividendos políticos, pero la apuesta al fundamentalismo socialista no la ha ganado nadie en el mundo y al final esos intentos han creado enorme sufrimiento y el fracaso político de los fundamentalistas que las fomentan. No sé si el amor por las ideologías muertas que tiene el Presidente es crónico y adictivo. Quizás se desenamore de las malas ideas que lo tienen infatuado una vez que por fin vea que nada le funciona. Pero por ahora el amor parece tenerlo enceguecido. Lástima que millones de venezolanos tengan que pagar el inmenso costo humano que tienen las pasiones de Chávez.

- ¿Cómo juzga la actuación de la oposición venezolana?

- Con frustración, comprensión y esperanza. Frustración, porque es difícil ver como comete los errores una y otra vez. Comprensión, porque la oposición a regímenes fuertes en todo el mundo es siempre fragmentada, torpe, fácilmente saboteada por el régimen, y propensa a marcarse autogoles. Y esperanza por que no hay dudas de que ha madurado y aprendido de sus errores.

Es admirable ver la persistencia y la disposición de muchos a continuar sus luchas a pesar de los riesgos que ello implica. ¡Qué peligroso y costoso es ser de la oposición y que fácil y lucrativo es ser chavista! Y es muy revelador que a pesar de esto hay oposición en todas partes: en las universidades, los liceos, el movimiento obrero, los empresarios, los agricultores y ganaderos, en el mundo de la cultura y la ciencia. Por las declaraciones de militares que hemos leído en la prensa recientemente aun en las fuerzas armadas. Y en el mismo chavismo. Hasta los cubanos que vienen acá terminan siendo antichavistas.

-¿Cuáles son sus proyecciones para las elecciones parlamentarias?

- Que la oposición tendrá más representantes en la Asamblea que nunca antes durante la era de Chávez. Será interesante ver cómo se adaptará a una situación en la que no controla a todo y a todos, todo el tiempo. En una década a cualquiera se le atrofian los músculos que no usa. Y el Presidente lleva mucho tiempo sin ejercitar los músculos que permiten el compromiso con quienes no comparten sus ideas, la negociación con opositores políticos y la búsqueda de acuerdos con otras fuerzas sociales. Todo esto, por cierto, se conoce en otros países, y en la Venezuela de antes, como democracia.

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