miércoles, 19 de marzo de 2014

Los tres jinetes de nuestro apocalípsis



                                              


En la Biblia se habla de tres jinetes malos del apocalipsis, así como de un cuarto jinete bueno. Los tres  jinetes malos de nuestro apocalipsis tienen 15 años acogotando  a los venezolanos. El cuarto, el que monta caballo blanco, está llegando y aun no podemos verle bien la cara. Pero se acerca al galope.
                           Cuales son esos tres jinetes de nuestro apocalipsis?
El jinete de la muerte es Hugo Chávez, cabalgando sobre un caballo ceniciento que recuerda la bestia del Diablo que cantó con Florentino. Este jinete fué el artífice de  la muerte de la convivencia,  la muerte de la cordialidad entre venezolanos,  la muerte de la solidaridad y del respeto entre compatriotas. Agitó la guadaña del odio. Llamó a la destrucción, a la pulverización de  ciudadanos, a freír cabezas. Insultó y se burló de su adversarios. Nunca nadie había hecho tanto daño a la nación, había sembrado tanta destrucción, tanta muerte de ideales y de sueños, como lo hizo este jinete de la muerte. Hoy está de regreso en sus dominios, después de una larga y  diabólica cabalgata durante la cual dejó un país en ruinas, en llamas y envuelto en odio. Su recuerdo se torna evanescente en la mente de los venezolanos que desean ver hacia adelante.  
El Jinete de la Guerra es Rafaél Ramírez, montado en caballo rojo. Su agresividad lo llevó a exigir la salida de todos quienes, en PDVSA, no fueran gojos gojitos. En su odio contra la industria petrolera privada entregó la industria petrolera en manos de China e hipotecó la producción de petróleo venezolano por varios años. En el nombre de una supuesta soberanía  este macabro jinete ha dirigido una dura guerra económica contra el sector privado, utilizando su autoridad sobre la colapsada industria petrolera y las caóticas finanzas nacionales. Hoy día, el país está en ruina financiera y el petróleo totalmente estancado, hasta el punto que él mismo ha declarado que Venezuela tendrá que importar petróleo!
El jinete del hambre es Jorge Giordani, montado a duras penas en un caballo negro que cabalga hacia atrás. Sus absurdos planes basados en estrategias estatistas obsoletas nos han llevado a la ruina. Es el autor del control de cambios, el cual – segun él – no puede cancelarse porque todos los venezolanos sacarían su dinero del país. Y en ello ahora tiene toda la razón. Nadie en su sano juicio tendría su dinero en un país manejado por dementes como él. Es también autor de la tesis que la revolución necesita que los pobres sigan siendo pobres. Sus proyectos insensatos, del tipo eje Orinoco-Apure, han costado dinero y credibilidad al régimen. Su fraude con el presupuesto, al asumir precios irrealmente bajos del petróleo para sustraerle dinero a los gobernadores y alcaldes de la oposición, es uno de los más groseros y viles cometidos por el régimen.

El resto del elenco son simples  palafreneros de estos tres monstruosos jinetes: Maduro, Cabello, Merentes, Varela, Rangel, Jaua, Chaderton, la gente del CNE y del TSJ, son gente de a pié, útil para enjabonar y bañar  los caballos de los tres sombríos jinetes que galopan hacia el horror.  

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A propósito de los Ud. dice Sr. Coronel

El quinto jinete del Apocalipsis

Sentado frente a mi ordenador trataré hoy de trazarles algunas imágenes mentales, expresión de mi conmoción por lo que está sucediendo en la Venezuela de estos días.

Las terribles consecuencias del gobierno del "ilegítimo, incapaz e inmoral designado" sucesor de Hugo Chávez han puesto en entredicho hasta la viabilidad de Venezuela como país mismo.

Transmitir un mensaje de tal naturaleza en pocas palabras, resulta si no imposible, difícil lo sé, pero lo intentaré:

Con el enorme peso de los condicionantes gravitando que más abajo describiré, y así como hay gente cuyo oído siempre escucha algo más de lo que la orquesta toca, este garabateador y contador de cuentos ha desarrollado una especie de don para percibir el futuro. No es otra cosa que alguna experiencia y mucha memoria de lo que ha visto, escuchado y leído por esos mundos americanos de Dios, lo que me da alguna idea de saber cómo culminará este cuento que lleva el título de “Había una vez un país" y que terminará como siempre han acabado las dictaduras y sus protagonistas, es decir,rematadamente mal.

El espectro de la inseguridad ciudadana con más 20.000 muertos al año víctimas del hampa común, secuestros exprés que ya ni se denuncian, robos, atracos, violaciones, droga, corrupción policial y suciedad por doquier que han pasado a ser “pecata minuta” se añaden a la violencia oficial abierta y soterrada de las bandas oficialistas “círculos bolivarianos” (mezcolanza de delincuencia común y fanatismo bebe sangre armados hasta los dientes por el propio gobierno) única autoridad visible que impone su ley a extremos insospechados.

Esta ruina económica, política, social y moral, refuerzan este estado de conmoción que vive hoy Venezuela patria de Simón Bolívar.

La principal industria generadora de ingresos PDVSA se ha convertido en un antro inauditable, militarizado, corrupto y caótico.

El Gobierno asedia todas las libertades, reprime con inusitada violencia criminal a la sociedad civil. Persigue de forma sistemática cualquier tipo de manifestación de la inteligencia opositora personificada hoy por los estudiantes. Desconoce a gobernadores y alcaldes que ganaron sus mandatos en desiguales contiendas electorales. Cierra canales de TV y secuestra todos los derechos civiles y económicos.

Esta agresión sistematizada sobre todo lo que tiene que ver con lo que aquí en Europa conocemos como nación libre y civilizada, solo deja dos trágicas opciones: dejar de luchar y abandonar el país (lo que está sucediendo desde hace ya 15 años con solución de continuidad) o la entrega, rendición y sumisión al medio. Ambas realidades ofrecen pocas razones para desestimar por imposible el desplome de la viabilidad de Venezuela como país mismo.

Así están las cosas en la patria de Simón Bolivar.

Anónimo dijo...

Sobre el padre putativo (ya fallecido) del Sr. Maduro.

¿De tal padre tal astilla?

Una de las facultades más elementales que se necesitan para llevar con éxito un determinado rol, estriba entre otras cosas, en la capacidad intelectual que se tenga para afrontar dicho desempeño.

Ante la ausencia de tal facultad, resultará vano todo esfuerzo por hacer de cualquier gestión una labor medianamente eficiente.

Si trasladamos este planteamiento a la situación que he descrito más arriba, visualizaremos varios aspectos que le nutren y potencian.

Hugo Chávez se hizo del poder hace 15 años en un momento colmado de frustraciones y desesperanzas, para ello, valiéndose del resentimiento y del apasionamiento colectivo, logró venderse como la única y mejor opción política de entonces.Las masas ignorantes y empobrecidas le brindaron la reciprocidad necesaria y poco a poco fue, muy a nuestro pesar, dando horma a las miserias que en su mente cohabitaban.

Lejos de exhibir credenciales y aptitudes acordes a tan exigente responsabilidad, este oportunista patán se coló por la puerta trasera, manipuló elecciones, cambió fraudulentamente y a su antojo la constitución y henchido de “gloria revolucionaria” metió gato por liebre.

De sus capacidades intelectuales realmente no hacía falta dilucidar mucho, escuchar y ver por TV en cadena nacional solo cinco minutos de sus peroratas (monólogos) casi diarios, cuya duración pocas veces duraban menos de seis o siete horas frente a sus ministros que cual sordomudos amaestrados aplaudian las gracias, ocurrencias, chistes, cantos poemas o cuanta chorrada le pudiera pasar aquel momento por su pobre mente, era suficiente para dejar patente la magna estupidez del personaje, el escaso o nulo contenido de sus propuestas y el efecto tragicómico que inspiraba su sola presencia.Un pefecto compendio que movía a compasión, espanto y vergüenza ajena.

No conforme con lo ruinoso que significa la realidad que he descrito, el actual "presidente designado" por el incompetente anterior, en igual o quizás mayor proporción, carece de la preparación, talante democrático y voluntad mínima para hacerlo al menos "algo mejor".

Demás está decir que el bienestar en el “proyecto cubanoide” no encuentra parecido alguno con la salud de un país mínimamente moderno, libre y democrático. De ahí que de manera contumaz este perfecto inútil apuesta incansablemente a la represión y al insulto, quedando ante los ojos del mundo como lo que en verdad es, un redomado y cubanizado dictadorzuelo que a donde quiera que va hace el ridículo con carácter superlativo.

Entonces, ¿qué se le puede pedir a este ser? ¿cómo va a darle a su nación algo que sencillamente no puede ni quiere? Ante la ausencia de las mínimas cualidades presidenciales sólo es capaz de nacer una cosa: la más burda incompetencia que hayamos podido apreciar en ejercicio de gobierno alguno.

Como conclusión final diré que: la decadencia de una nación, pasa generalmente desapercibida a los ojos de sus actores. La presencia en el poder de los más incapaces es un indicativo de que la sombra de la decadencia y eventual desastre ha tomado las riendas de la historia colectiva.

Alitas Allie dijo...

"Un Pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción",Bolivar.

Venezuela ha sido y sigue siendo una carcel con las puestas abiertas, en donde al enemigo te lo encuentras a la vuelta de la esquina.

Huguito no fue otra cosa mas que el tonto util, el monigote de la fiesta, Fidel Castro fue su amo, su creador, el verdadero forjador de Hugo Chávez, y todo a favor de su propio beneficio. Él fue quien lo ideó, para beberse el petróleo venezolano y se aprovechó para eso de la vanidad personal del difunto. Ellos mismos son el ejercito de ocupación en nuestra patria, ademas de que alli están los cubanos-expertos del enfrentamiento callejero y quienes calculan que cuando comience esa guerra, mantendrán el control.

Por otra parte,lamemtablemente desde hace tiempo no existe en Venezuela un lider, se palpa la ausencia de liderazgo en todos los aspectos. No existen líderes realmente auténticos, que promuevan un sentido de honestidad y de seguimiento verdadero capaz de motivar a la población, que busquen la integración, garanticen la democracia, el respeto y de paso la transformaciones que beneficie a todos, sin divisiones, sin generar odio, rencores etc.