viernes, 6 de marzo de 2015

Se murió, otra vez, el águila arpía



El fallecimiento del águila arpía fue reportado ayer por El Correo del Orinoco, como debe ser. El órgano del régimen agregó que, mientras vivió, al águila arpía “se le suministraba piezas de animales vivos con la intención de mantener su condición física y de instinto”.  Correspondía a su condición de animal de presa  devorar vivas a sus víctimas,  esa horrible criatura sacada de un cuento de Poe o de Lovecraft.

Pretenden deificar esa criatura, devoradora de vida, la que no comía moscas porque volaba muy alto. Hoy nadie sabe ni siquiera de que murió, exactamente cuando murió y donde están sus restos. Solo sabemos lo que nos dice El Correo del Orinoco. La verdad del régimen es hoy la única verdad.   

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