En El Universal de hoy, (http://opinion.eluniversal.com/2010/06/01/opi_art_los-ultimos-dias-de_1914934.shtml ) el embajador de Panamá ante la OEA publica un extraordinario artículo sobre “Los últimos días de Noriega”. Desde su perspectiva de actor directo en ese proceso que culminó con la prisión del dictador panameño, Cochez describe el apogeo y la caída de un mandatario que olvidó sus deberes con el pueblo y el país, para concentrarse en un vulgar abuso de poder. Su caída comenzó en firme el día que un tribunal de Florida, USA, lo encontró incurso en tráfico de drogas.
Hacia el final de su dictadura, nos dice Cochez, Noriega casi no dormía. Su rostro estaba hinchado, sus ojillos apenas visibles. Hablaba incoherencias, quizás por la ingesta de estimulantes, tranquilizantes y otras sustancias. Era un agente cubano aunque también había servido a la CIA.
Hoy está fisicamente y moralmente acabado. Sirve de ejemplo a todos los déspotas latimoamericanos quienes coquetean con los narcotraficantes y se olvidan de sus pueblos en un loco afán de auto-engrandecmiento. Al final son reducidos a su verdadero y mezquino tamaño moral, intelectual y político, vistiendo traje a rayas, como Guzmán el de Sendero Luminoso y Noriega el narcotraficante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario