martes, 12 de marzo de 2013

Conmovedora experiencia mística de Julián Isaías Rodríguez!


Creían ustedes que en esta telenovela de amor y de dolor que se ha desarrollado en Venezuela podia estar ausente la voz romántica, sentimental, del jilguero de Macaira, Julián Isaías Rodríguez?
Nooooo.
El místico venezolano, Julián Isaías (de la Cruz?) Rodríguez nos narra su encuentro telepático con el ectoplasma del difunto. Emocionado, con voz entrecortada por la emoción y ojos abogatados de tanto llorar, Julían Isaías nos describe el conmovedor suceso:

Terminé de arreglar el lugar [en Roma] pasada la medianoche. El personal que me acompañaba me  dijo que abriera el libro de condolencias. Entonces escribí “querido comandante” y  “querido Hugo” pero ahí se apagó la luz. Y no era un problema de Corpoelec. Era la llamada del difunto. Dije: “Me quedé pendiente porque pudiera ser que la luz se fuera en la zona en esta época que hace frío y se consume mucha electricidad… Espero y la luz no vuelve. Me volteo y veo a tres de mis funcionarios atrás con las manos en la boca y los ojos abiertos. ‘¿Qué pasa? ¿Quién apagó la luz?’, les pregunto. Ahí me dicen ‘Estábamos aquí esperándolo y vimos cómo la luz se apagó y aquí donde estamos nosotros la luz está encendida”, contó Rodríguez. Hubo que encender de nuevo la luz con el switch” (que es general mente la manera de encender la luz, Julián!)

El espiritual Julián Isaías ha tenido otras experiencias similares. La del testigo del asesinato de Anderson, por ejemplo, a quien vió a los ojos, le leyó el alma y supo que era de confiar (luego se probó que era un malandro).  Julián dice: “He tenido con Chávez una comunicación permanente desde que fue presidente. Me sorprendió pero me alegró” (?).

Nuestro meritorio embajador en Italia (que habrán hecho los italianos para merecer ese castigo?) dice estar seguro  de que él [Chávez] realmente se estaba despidiendo de mí. La amistad que había entre nosotros era de tal magnitud que eso es perfectamente posible”, una amistad que lo  ha llevado a  tener siempre los mejores cambures del régimen.

Lo mismo, agrega,  Me pasó con papá en una operación de apendicitis. También se me apareció. Me dijo hola hijo y se desapareció.

Rodríguez le escribió una carta a Chávez para despedirse: “Me llamabas tu hermano y podías ser mi padre. Eres el padre de todo”. Lea, abjo, la carta, eso sí, con acompañamiento de tango. Debo advertirle a Julián , eso sí,  que el difunto no era el padre de todo o todos. El mío no era.

El diplomático dijo que le “encantaría volver a tener un contacto” con Chávez como el que tuvo después de su muerte. En ese caso, sabe bien lo que le diría: “Presidente, me hubiera querido despedir de usted personalmente”.

Y yo le digo: No se preocupe, Julián, que usted se lo va encontrar uno de estos días.

  CARTA DE DESPEDIDA DE JULIAN ISAIAS A SU COMANDANTE-PADRE
Mi querido Comandante
Quién iba a creer que algún día te saludaría desde el libro de condolencias?
Me enseñaste a luchar y a vencer. Y a entender esto de la Segunda Independencia.
Me llamabas tu hermano y podías ser mi padre. Eres el padre de todo. Es cierto, las revoluciones las hacen los pueblos y la historia. Pero en algún momento fuiste el padre de todo. Así, como eres el hijo de todo, del pueblo y de la historia.
Mi querido Comandante! ¡Mi querido Hugo! Te voy a extrañar. Te vamos a extrañar. No te vamos a esconder, diremos siempre ¡Presente! Cuando nos convoques desde cualquier lugar. Y te seremos leales.
Contigo, la lealtad es una palabra nueva. La creaste con otro nombre. Ahora se llama “Soberanía” y es una palabra fuertemente femenina. Como la Constitución y la vida.
El cáncer y el dolor son masculinos. Tu parte masculina, aprendió de la fortaleza femenina, como pueden construirse símbolos con la muerte.
Hasta la victoria siempre! ¡Moriremos y venceremos!
 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pa' echamelo con Yuca y Papitas al vapor..........que cosa mas cursi.

Piquijuye

Humberto dijo...

Otro que cree en pendejadas o mas probablemente, se dio cuenta que cubrirse con el aura de Chavez puede darle beneficios politicos. A este la habla el espiritu de Chavez. ¡Que bolas!